jueves, 17 de diciembre de 2015

LA TERAPIA: EL BENEFICIO DE SABER ESPERAR


El gran reto de hacer psicoterapia es saber estar presente sin forzar el proceso terapéutico.

En la primera sesión,  explico esto a los padres. Es muy importante aclarar que el cambio no depende solamente de mi, y que uno de mis valores fundamentales como psicoterapeuta es el respeto.

Respeto es bailar al ritmo que marca el niño sin forzarlo. Puedo probar a coreografiar un paso diferente en alguna sesión , pero es importante observarlo. Si está preparado, compartirá lo que le propongo, y si no lo está, se cuida, y así, se retrae si lo que le propongo le despierta emociones insoportables. También mágicamente conectamos en una danza preciosa cuando después de varios ensayos (Sesiones) y habiéndose sentido respetado, se abre y comparte conmigo sus más preciados tesoros.

En estas sesiones me siento inmensamente agradecida con ellos, y también feliz de observar que el cambio se está dando. Siento entonces agradecimiento por las sesiones en las que pareciera que solamente jugábamos, ya que ha sido en éstas, en las que hemos plantado las semillas que brotan a su debido tiempo, siguiendo las leyes naturales de los organismos vivos que buscan autorregularse para estar en equilibrio. Y valoro la paciencia de saber esperar, como el campesino que cuida de su huerto y espera a ver los frutos.

Hasta la cuarta sesión, mi objetivo es conocer a la familia.

El motivo de consulta, normalmente es la punta de un iceberg que esconde grandes bloques de hielo en el fondo. Mi trabajo, es bucear junto a ellos, para comprender e integrar su experiencia como familia en el presente de la terapia. Así, con curiosidad, me apoyo en algunos test que me dan información sobre todo de su personalidad, y también observo cómo se relacionan entre ellos.
Cuando ya tengo una idea de la forma de este iceberg, entonces decidimos como vamos a trabajar. 

Normalmente les propongo aquello que considero desde mi criterio profesional más saludable, respetando también sus necesidades, y acordando la forma en que vamos a seguir viéndonos: Con qué Frecuencia, quien vendrá a las sesiones...

Pueden darse diversas situaciones: Que solamente hayan de venir los padres, que alguno de los padres necesite ayuda personal, y la haya proyectado en su hijo, o que necesite venir el niño, y también los padres. Explicaré como trabajo, cuando decido ver al niño.

El trabajo con los padres es muy importante.  El niño que viene a terapia va descubriendo nuevas formas de relacionarse, va cambiando, y los padres necesitan saberlo para apoyarlo en su crecimiento.

Algunos objetivos de las sesiones con los padres:

Orientación: Informarles sobre el paso evolutivo en que se encuentra su hijo ayuda a tener una mirada comprensiva y benévola de la situación. Conocer, ayuda a comprender, y comprender y sentirse comprendido, alivia el alma.

Habilidades de contacto: En el tiempo que llevo trabajando, he observado como en la base de lo que angustia a las familias, hay una falta de puesta en práctica de las habilidades de contacto humano que nos apoyan hacia un crecimiento sano: Escuchar, pedir, dar, recibir, tolerar, negociar.... (Parece fácil?)

Si viviésemos en un mundo más lento, quizás no relegaríamos al fondo la verdadera esencia de la felicidad en las relaciones. La terapia es un espacio en el que pararse y  volver a contactar con lo que nos ayuda a estar sanos y con aquello que nos mueve el alma, que es lo que quizás, nos hace sentir realmente vivos.