lunes, 25 de abril de 2016

LAS PAREJAS POSITIVAS Y LA PATERNIDAD


Cuando un hombre y una mujer, dos hombres, o dos mujeres,  forman una pareja afectiva, tienen un vínculo diferente al que se desarrollará y habrán de construir, cuando decidan ser padres.
El grado de dificultad que encontrarán cuando se conviertan en padres, nueva situación en la que habrán de tomar muchas decisiones, los 365 días del año, durante al menos los primeros 18 años, estará en función de las bases sobre las que hayan construido su relación de pareja.
Una relación de pareja consta de tres partes:
Yo, Tú , y nosotros. Las parejas positivas, dan cabida a cada una de estas partes sin anular ninguna de ellas. El aspecto del nosotros, es donde deben establecer un trato mutuo. En él, experimentan la alegría, el placer, y a veces la lucha de estar unidos, tomar decisiones y funcionar como compañeros de equipo.
La naturaleza de la relación, recibe gran influencia de lo que cada compañero sienta por sí mismo, (Autoestima). Del grado de autoconocimiento y autoconciencia que cada individuo tenga de sí mismo. Y de los estilos comunicativos entre ellos.
Es necesario que una pareja comparta parte de su filosofía parental, valores, creencias, límites que creen necesarios en la educación de los hijos…
Aun compartiendo gran parte de estos factores precisos para criar en equipo, siempre habrá diferencias. Y de estas diferencias, se nutren las relaciones.
Las semejanzas nos permiten acercarnos, pero las diferencias, nos ofrecen la oportunidad de ser más humanos.

¿Cómo resuelven las parejas positivas estas diferencias?

Están abiertas al diálogo y a la negociación para llegar a un acuerdo sin imponer su opinión. Saben que su persona es tan válida como la del otro.
Pueden criticar al valorar un acto, sin criticar a la persona. Y pueden ofrecer alternativas.
Para resolver conflictos, utilizan mensajes yo, en lugar de mensajes tú.

¿Qué son mensajes yo?  Son aquellos en los que cuando estoy en desacuerdo, o algo me molesta del otro, hablo de mí, y de cómo me siento.

Ejemplo de mensaje yo: “Cuando llego a casa y veo que no has hecho la cena, me siento triste y decepcionada”.

Este mensaje es incuestionable, el otro no puede rebatirlo, por una parte, porque es descriptivo, y por otra, porque lo que tú sientes, es tuyo.

De esta forma abres un canal en la relación, te muestras y le das a tu pareja la oportunidad de conocerte, de escuchar y de cambiar.

Los mensajes tú, son aquellos en los que inculpamos, o juzgamos al otro.

Ejemplo: Nunca harás la cena cuando llego, Los hombres no servís para esto. Te Da igual todo… O sutilmente, retirar la palabra o una mirada ofensiva también serían un mensaje inculpador.

Los mensajes tú, promueven en la otra persona una actitud de defensa ya que se siente amenazado. Lo único que puede desencadenar es una discusión y una lucha por el poder y la razón. Pero no un acercamiento.

Características de las parejas positivas, según Virginia Satir:
Ø  Cada persona se vale por sí misma y es autónoma.
Ø  Cada persona puede decir sí o no conforme a sus necesidades. Puede ser emocionalmente sincera.
Ø  Cada persona puede pedir/expresar lo que desea.
Ø  Cada  persona, reconoce y toma la responsabilidad de sus actos.
Ø  Cada cual cumple sus promesas.
Ø  Cada uno puede ser bondadoso, cortés, considerado y real, SIN MIEDO a mostrarse débil o vulnerable.
Ø  Cada uno tiene libertad de hacer comentarios sobre lo que sucede con respeto.
Ø  Cada persona apoya los sueños del otro en todo lo posible, y juntos cooperan en vez de competir.
La crianza es una de las tareas más complicadas que existen, para la cual no hay escuela, y somos eternos aprendices.
Las parejas que se relacionan de forma positiva, se sentirán apoyados y respetados en esta tarea, aun en sus diferencias. Lograrán transmitirles a los hijos un modelo de relación respetuosa, que le beneficiará en sus futuras relaciones.
Sin duda, la forma de comunicarse, será determinante en la construcción de una relación ma/paternal respetuosa.
Las consecuencias de vivir la paternidad en desacuerdo es la crianza de niños inseguros y desconfiados. Niños que han tenido que adaptarse a vivir en dos realidades diferentes y cambiantes. La madre le deja jugar en el salón con amiguitos, el padre llega y los hecha. El padre le da  un bollo para merendar, la madre lo ve comiéndolo y lo riñe…
¿Cómo imaginas vivir en dos realidades distintas, sin saber cuál es la correcta?